Y cuando hubo derribado los altares y las Aseras, y moliendo las imágenes esculpidas en polvo, y cortado todos los ídolos por toda la tierra de Israel, regresó a Jerusalén.

(d) Este gran celo de este rey piadoso que el Espíritu Santo presenta como ejemplo y modelo para otros reyes y gobernantes, para enseñarles lo que Dios requiere de ellos.

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