Levántate ahora, oh SEÑOR Dios, a tu reposo, tú y el arca de tu fortaleza; tus sacerdotes, oh SEÑOR Dios, se vistan de salvación, y tus santos se regocijen en el bien.

(l) Es decir, en su templo.

(m) Que sean preservados por tu poder, y hechos virtuosos y santos.

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