Por tanto, así ha dicho el Señor DIOS: Vuestros muertos, que pusisteis en medio de ella, son (c) la carne, y esta [ciudad es] el caldero; pero yo os sacaré de en medio de ella.

(c) Contrariamente a su vana confianza, muestra en qué sentido la ciudad es el caldero: es decir, por los cadáveres que han sido asesinados en ella, y tan encendidos como carne en el caldero.

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