Hijo de hombre, hablan los que habitan en esos yermos de la tierra de Israel, diciendo: Abraham era uno, y heredó la tierra; pero nosotros somos muchos; la tierra nos es dada en herencia.

(m) Así, los impíos se creen más dignos de disfrutar de las promesas de Dios que los santos de Dios, para quienes fueron hechos: y atarían a Dios para estar sujetos a ellos, aunque no estarían ligados a él.

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