Hijo de hombre, los que habitan en aquellos desiertos de la tierra de Israel hablan, diciendo: Abraham era uno, y heredó la tierra; pero nosotros somos muchos; la tierra nos es dada en herencia.

Hablan los que habitan en aquellos desiertos de la tierra de Israel. Marcando la ceguera de la fracción de judíos bajo Gedalías, quienes, aunque habitaban en medio de regiones devastadas por el enemigo, todavía albergaban esperanzas de liberación, y esto sin arrepentimiento.

Diciendo: Abraham era uno, y heredó la tierra; mas nosotros somos muchos; (si Dios diera la tierra en heredad a Abraham, que era uno solo), mucho más nos es dado a nosotros, que, aunque reducidos, todavía somos muchos. Si él, con 318 criados, pudo defenderse de tantos enemigos, mucho más nosotros, tanto más numerosos, conservaremos los nuestros. La concesión de la tierra no fue para su único uso, sino para su numerosa posteridad.

Heredó la tierra, en realidad no la poseyó ( porque "Dios no le dio heredad en ella, ni aun para poner un pie en ella; sin embargo, prometió que se la daría a él en posesión, y a su descendencia después de él, cuando aún no tenía niño"); pero tenía el derecho de habitar y apacentar sus rebaños en ella (Grotius).

Los judíos se jactaban de manera similar de su ascendencia abrahámica en los tiempos del Evangelio, aunque completamente destituidos de la fe y las obras de Abraham ( "Respondieron... Abraham es nuestro padre. Jesús les dijo: Si fuerais hijos de Abraham, las obras de Abraham haríais").

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