Y sucedió que cuando vio el pendiente y los brazaletes en las manos de su hermana, y cuando oyó las palabras de Rebeca su hermana, que decía: Este hombre me habló así; que vino al hombre; y he aquí, él estaba junto a los camellos junto al pozo.

(n) Porque esperó en la mano de Dios, que escuchó su oración.

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