Y Esaú tomó sus mujeres, sus hijos y sus hijas, y todas las personas de su casa, y sus ganados, y todas sus bestias, y todos sus bienes que había adquirido en la tierra de Canaán; y (c) se fue al campo de la presencia de su hermano Jacob.

(c) En esto, aparece la providencia de Dios, que hace que los impíos cedan lugar a los piadosos, para que Jacob pueda disfrutar de Canaán de acuerdo con la promesa de Dios.

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