6. Y se fue a otra tierra separándose de la presencia de su hermano Jacob. Moisés no quiere decir que Esaú se fue intencionalmente para dejar espacio a su hermano; porque era tan orgulloso y feroz que nunca se habría permitido parecer inferior a su hermano. Pero Moisés, sin tener en cuenta el propósito de Esaú, elogia la providencia secreta de Dios, por la cual fue impulsado al exilio, para que la posesión de la tierra quedara libre únicamente para Jacob. Esaú se trasladó al monte de Seir por deseo de ventajas presentes, como se menciona en otros lugares. Nada estaba menos en su mente que procurar el bienestar de su hermano; pero Dios dirigió al ciego por su propia mano, para que no ocupara ese lugar en la tierra que había designado para su propio siervo. Así sucede a menudo que los malvados hacen bien a los hijos elegidos de Dios, en contra de su propia intención; y mientras su codicia precipitada anhela ventajas presentes, promueven la salvación eterna de aquellos cuya destrucción han deseado a veces. Aprendamos, entonces, de este pasaje, a ver, por los ojos de la fe, tanto en las circunstancias accidentales (como se les llama) como en los malos deseos de los hombres, esa providencia secreta de Dios que dirige todos los eventos hacia un resultado predeterminado por él. Porque cuando Esaú salió para vivir más cómodamente aparte de la familia de su padre, se dice que se fue de la presencia de su hermano, porque así lo había determinado el Señor. Se afirma de manera indefinida que se fue "a otra tierra" porque, estando en la incertidumbre acerca de su plan, buscó un hogar en varios lugares, hasta que se presentó el monte de Seir; y como decimos, salió a la aventura. (129)

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