Me mantendré en mi (a) vigía, me sentaré en la torre y velaré para ver qué me dirá, y qué responderé cuando sea reprendido.

(a) Renunciaré a mi propio juicio, y solo dependeré de Dios para que me instruya sobre lo que responderé a los que abusan de mi predicación, y para estar armado contra todas las tentaciones.

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