En esto, pues, será purificada la iniquidad de Jacob; y este [es] todo el (i) fruto para quitar su pecado; cuando haga todas las piedras del altar como piedras de tiza que se rompen, los ídolos y las imágenes no se levantarán.

(i) Muestra que no hay arrepentimiento verdadero ni reconciliación total con Dios, hasta que el corazón sea purificado de toda idolatría y sus monumentos sean destruidos.

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