Levantaos, mujeres tranquilas; oíd mi voz, ustedes (f) hijas descuidadas; presta oído a mi discurso.

(f) Él profetiza de tal calamidad por venir que no perdonarán a las mujeres ni a los niños, y por lo tanto quiere que presten atención y provean.

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad