Entonces Ezequías (b) volvió su rostro hacia la pared y oró al SEÑOR,

(b) Porque su corazón estaba conmovido por el temor del juicio de Dios, viendo que lo había designado para morir tan rápidamente después de su liberación de tan gran calamidad, como alguien indigno de permanecer en ese estado, y también previendo el gran cambio que vendría en la Iglesia, ya que no dejó ningún hijo para reinar después de él; porque aún no había nacido Manasés, y cuando reinó, vemos lo tirano que era.

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