En aquellos días, en el momento de la invasión asiria o poco después, Ezequías estaba enfermo de muerte, con una enfermedad que normalmente era mortal. Y se le acercó el profeta Isaías, hijo de Amoz, evidentemente por mandato directo del Señor, y le dijo: Jehová ha dicho así: Pon tu casa en orden, literalmente: "Encarga de tu casa"; debía hacer arreglos especialmente con respecto a su sucesor al trono y con respecto a la disposición de sus bienes; porque morirás y no vivirás, pues este anuncio está de acuerdo con el curso ordinario de la enfermedad.

Es aconsejable que el creyente tenga siempre todo listo, de modo que, no importa cuándo el Señor lo llame de allí, sus efectos terrenales estén en orden y los que dependen de él sean provistos.

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