Me honrarán las bestias del campo, los dragones y las lechuzas; porque daré aguas en el desierto, y ríos en el desierto, para dar de beber a mi pueblo, mi escogido.

(u) Tendrán tal abundancia de todas las cosas cuando regresen a casa, incluso en los lugares secos y estériles, que las mismas bestias sentirán mis bendiciones y las reconocerán: muchos más hombres deberían estar agradecidos por lo mismo.

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