Verdaderamente tú eres un Dios que te escondes, oh Dios de Israel, el Salvador.

(t) Con esto exhorta a los judíos a tener paciencia, aunque su liberación sea aplazada por un tiempo: mostrando que no se arrepentirían de su larga paciencia, sino que los impíos y los idólatras serán destruidos.

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