Así dice el SEÑOR: ¿Qué maldad hallaron en mí vuestros padres, que se alejaron de mí, anduvieron en pos de la vanidad y se volvieron vanos?

(e) Es decir, caído en la vil idolatría.

(f) Todos entregados a la vanidad, y se vuelven ciegos e insensibles como los ídolos a los que sirven.

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