(7) Porque enseñó a sus discípulos y les dijo: El Hijo del Hombre es entregado en manos de hombres, y lo matarán; y después de que muera, resucitará al tercer día.

(7) Cristo nos advierte con gran diligencia para que no nos desanimemos con calamidades repentinas; pero la lentitud del hombre para comprender es grande.

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