Pueblo mío, acuérdate ahora de lo que consultó Balac, rey de Moab, y de lo que le respondió Balaam hijo de Beor desde (c) Sitim hasta Gilgal; para que conozcas la (d) justicia del SEÑOR.

(c) Es decir, recuerda mis beneficios desde el principio, cómo te libré de la maldición de Balaam, y también te salvé de Sitim, que estaba en la llanura de Moab, hasta que te traje a la tierra prometida.

(d) Es decir, la verdad de su promesa y sus múltiples beneficios para con usted.

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