¿Se agradará el SEÑOR con millares de carneros, [o] con diez millares de ríos de aceite? ¿Daré mi primogénito [por] mi transgresión, el fruto de mi cuerpo [por] el pecado de mi alma?

(f) No hay nada tan querido por el hombre, pero los hipócritas se lo ofrecerán a Dios, si piensan en esto para evitar su ira. Pero nunca serán llevados a mortificar sus propios afectos y a entregarse voluntariamente para servir a Dios como él manda.

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad