"Oración (a) del afligido, cuando está abrumado y derrama su queja delante del SEÑOR". Oye, oh SEÑOR, mi oración, y llegue a ti mi clamor.

(a) Por lo cual se significa que aunque estemos en una gran miseria, siempre hay lugar para la oración.

(b) Él declara que en nuestra oración debemos sentir con vivacidad lo que deseamos y firmemente creemos obtener.

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