1 Pedro 5:1-9

1 A los ancianos entre ustedes les exhorto, yo anciano también con ellos, testigo de los sufrimientos de Cristo y también participante de la gloria que ha de ser revelada:

2 Apacienten el rebaño de Dios que está a su cargo, cuidándolo no por la fuerza sino de buena voluntad según Dios; no por ganancias deshonestas sino de corazón;

3 no como teniendo señorío sobre los que están a su cargo sino como ejemplos para el rebaño.

4 Y al aparecer el Príncipe de los pastores recibirán la inmarchitable corona de gloria.

5 Asimismo ustedes, jóvenes, estén sujetos a los ancianos y revístanse todos de humildad unos para con otros porque: Dios resiste a los soberbios pero da gracia a los humildes.

6 Humíllense, pues, bajo la poderosa mano de Dios para que él los exalte al debido tiempo.

7 Echen sobre él toda su ansiedad porque él tiene cuidado de ustedes.

8 Sean sobrios y velen. Su adversario, el diablo, como león rugiente anda alrededor buscando a quién devorar.

9 Resistan al tal estando firmes en la fe, sabiendo que los mismos sufrimientos se van cumpliendo entre sus hermanos en todo el mundo.

1 Pedro 5:1. los ancianos que se encuentran entre los que exhorten, que también soy un anciano, y un testigo de los sufrimientos de Cristo, y también un partícipeo de la gloria que se revelará: .

Aquí nuevamente, como en el primer capítulo, Peter vincula los sufrimientos de Cristo con su gloria.

1 Pedro 5:2. alimenta la bandada de Dios que está entre usted, tomando la supervisión del mismo, no por restricción, pero voluntariamente; No para sucio Lucre, sino de una mente lista; Tampoco como señores sobre la herencia de Dios, sino de ser escamas al rebaño. Y cuando aparecerá el jefe pastor, recibiré una corona de gloria que no se aleje. Asimismo, youngs, sometemos a los ancianos. Sí, todos ustedes están sujetos a la otra, y estén vestidos de humildad; porque Dios resiste al orgulloso, y da gracia a los humildes. Humilde, por lo tanto, bajo la poderosa mano de Dios, que puede exaltarlo a su debido tiempo: lanzar todo su cuidado sobre él; porque él cuidó por ti. Ser sobrio, estar vigilante; Debido a su adversario, el diablo, como un león rugiente, camina, busca a quién puede devorar: a quién se resiste en la fe, sabiendo que las mismas aflicciones se realizan en tus hermanos que están en el mundo. .

Esta exposición consistió en lecturas de 1 Pedro 1:1 y 1 Pedro 5:1.

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