Un espato calcáreo de gran precio, hidrosulfato de calcio, podía presentar un color blanco cremoso, o incluso llegar a la transparencia. Los antiguos lo utilizaban para hacer vasijas para ungüentos costosos, y otros usos; en el museo de la universidad de Filadelfia se conserva una lámpara de alabastro procedente de Ur, datando de los tiempos de Abraham. En el palacio de Susa, del rey Artajerjes, formaba parte del enlosado (Est. 1:6). 

En los evangelios se menciona únicamente de la unción de los pies de Jesús en dos casos, en casa de Simón el fariseo (Lc. 7:36-50), y poco antes de ser traicionado, en casa de Simón el leproso (Mt. 26:6-13; Mr. 14:3-9; cp. Jn. 12:1-8). Es probable que «quebrar» el vaso se refiera a la rotura del sello.


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