Pablo y Bernabé fueron a Listra, Iconio y Antioquía, confirmando las almas de los discípulos, y exhortándoles a que persistieran en la fe.

Judas y Silas, mensajeros de Jerusalén a Antioquía, siendo profetas, exhortaron a los hermanos con abundancia de palabras, y confirmándolos.

Nuevamente Pablo y Silas pasaron por Siria y Cilicia, confirmando a las iglesias (Hch. 14:22; 15:32, 41).

Estos pasajes, con el de Hch. 28:23, son la totalidad en los que aparece la palabra «episterizõ». No hay aquí idea de ningún rito; ni nada que tenga que ver con lo que en la actualidad recibe el nombre de «confirmación».


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