Este término aparece solamente en Tit. 3:5. «Regeneración» no se usa en las Escrituras en el sentido ritualista que se le da en ciertos sectores de la cristiandad, como puede colegirse del único otro pasaje en que aparece (Mt. 19:28), donde evidentemente se refiere a un orden aún futuro de cosas. Así, en Tito se dice que el creyente es salvado por el lavamiento en relación con el nuevo orden de cosas introducido por la obra de Cristo, e indicado por el bautismo y la renovación en el Espíritu Santo.

Las palabras que hablan de la salvación «por el lavamiento de la regeneración y por la renovación en el Espíritu Santo» son evidencia de que hay un escape y liberación presentes del mundo y del curso que éste sigue, y una introducción en aquellas cosas que caracterizan el mundo venidero, del que el Espíritu Santo es ahora el revelador y el poder, así como Israel escapó de Egipto y su oprobio a través del mar Rojo, y anticipó Canaán en su cántico de alabanza.


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