(lat. del gr. «Melite»).

La isla en la que encalló la nave que transportaba a Pablo (Hch. 28:1).

En la antigüedad había dos islas que llevaban el nombre de Melita:

  • (a) La que actualmente se llama Meleda, en el Adriático, a lo largo de Dalmacia.
  • (b) La actual isla de Malta.

Probablemente, en nuestros días todos los comentaristas consideran Malta como la isla en la que naufragó Pablo. Las experiencias marítimas de M. Smith apoyan esta postura. Habituado a recorrer el Mediterráneo en yate, este erudito descubrió la dirección de donde sopla el Euroclidón (Hch. 27:14). Se dedicó a determinar el rumbo que seguiría una nave que fuera a la deriva y su velocidad probable bajo condiciones de tormenta; pudo así comprobar que la nave llegaría a Malta en el lapso de tiempo indicado por Hechos. La nave de Pablo había sido llevada de aquí para allá por el «Adriático» (designación que en la antigüedad se refería al Mediterráneo entre Grecia e Italia, Hch. 27:27). (Véase ADRIÁTICO).

La bahía de San Pablo es el lugar tradicional del naufragio, sobre la costa noreste de la isla. Lucas designa a los habitantes de la isla como «bárbaros» (término gr. para extranjeros), porque no eran ni griegos ni romanos.

Véase MALTA.


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