No juzguéis según las apariencias, sino juzgad con justo juicio.

Los comentarios de Jesús estaban dirigidos principalmente a los líderes de los judíos, algunos de los cuales siempre estaban presentes cuando enseñaba. El hecho de que el Señor leyera sus pensamientos tan fácilmente y los acusara abiertamente de sus atroces intenciones excitó a los judíos. Su mala conciencia los llevó a negar a gritos y con vehemencia haber albergado tal intención. Le dijeron que debía estar poseído por un espíritu maligno incluso para insinuar tal cosa.

Pero Jesús se niega a ser desviado de su argumento. Él sabe exactamente cuándo entró su hostilidad en esta etapa. Hace cosa de seis meses hizo un solo milagro, por lo cual quedaron asombrados y ofendidos; fue su sanidad del hombre en sábado. Pero ellos iban a tomar su propio caso. Tenían el rito de la circuncisión, una ordenanza que iba más allá de Moisés, a los patriarcas, pero que Moisés codificó formalmente.

Este rito continuó a través de todas sus generaciones y regularmente dejó de lado la ley del sábado. Porque la circuncisión implicaba un acto, una obra, y sin embargo se realizaba en sábado. si el tiempo así lo requiere. Esto no se consideró una violación de la ley del sábado, porque el bebé judío fue así recibido en la congregación. En el caso de la circuncisión, sólo se efectuaba la pureza ceremonial, pero Jesús había sanado al hombre completo en sábado.

Por lo tanto, anotó la santurronería de los judíos al enfatizar la salida. observancia del sábado, mientras que en realidad transgredían la letra de la Ley con cada circuncisión sabática, y luego alzaban sus manos horrorizados por el gran beneficio que Cristo había concedido al hombre enfermo en el sábado. Tal exclusividad mojigata es la esencia misma de la hipocresía y carece por completo de esa misericordia que el Señor exige en lugar de sacrificio.

Por lo tanto, el Señor les dice que deben considerar y sopesar los hechos de la evidencia apropiadamente. No deben juzgar según las apariencias, ya que las cosas aparecen en la superficie, a primera vista. Un juicio justo y verdadero depende de una cuidadosa consideración y ponderación de todas las pruebas. Este mismo argumento debe usarse contra los fanáticos de todo tipo en nuestros días. En muchas cuestiones han perdido todo sentido de la proporción y se les debe recordar los principios fundamentales

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