David, pues, le llama Señor, ¿cómo es, pues, Su Hijo?

La respuesta de Jesús había sido tan convincente que incluso algunos de los escribas tuvieron que admitir que había hablado bien. Y vencidos todos los enemigos y sin atreverse más a hacer preguntas, el Señor, por su parte, asumió la ofensiva. La pregunta que Él planteó aquí es una de las grandes preguntas de las edades. Su respuesta se ha convertido en piedra de toque para distinguir a los creyentes de los incrédulos.

¿Cómo puede la gente decir que Cristo es el Hijo de David? ¿Qué pensáis de Cristo, de quien es hijo? ¿Cómo concuerda el hecho de que se le llame Hijo de David con el hecho de que el mismo David, en Salmi 110:1 , le llame su Señor? Aunque Cristo es, pues, verdaderamente el Hijo de David, el descendiente de David según la carne, sin embargo, es al mismo tiempo Señor, el Señor de David, el Hijo de Dios.

Ahora bien, dado que Jesús desde el principio había reclamado para sí mismo la filiación de Dios, la de Cristo es la pregunta sin respuesta de las edades para todos los que no creen en las Escrituras o quieren modificar la Biblia para adaptarla a su así llamado moderno. ideas Pero para todo aquel que cree palabra por palabra en el Antiguo Evangelio, Él es verdadero Dios, nacido del Padre desde la eternidad, y también verdadero hombre, nacido de la Virgen María.

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