No lo que entra en la boca contamina al hombre; mas lo que sale de la boca, esto contamina al hombre.

Si había sido atacado públicamente por los fariseos, públicamente se defendió. Hay una conexión definitiva de este dicho parabólico con el asunto en disputa. Esto deben notarlo cuidadosamente y tratar de entenderlo. Su referencia es a la corrupción moral, a la inmundicia del alma. Su distinción es que la limpieza o impureza física no afecta el corazón, sino que la contaminación moral manchará tanto el corazón como el carácter.

“Este fino y agradable contraste, 'entrar' y 'salir', es atractivo. presten atención a lo que sale de la boca. Esto debemos vigilar. Lo que entra en la boca, eso no contamina; pero lo que sale de la boca, eso contamina. ¡Oh, esos son hipócritas abominables, que se cuidan de no ser contaminados por las cosas que entran en la boca (que son criaturas de Dios); ¿por qué no vigilan más bien lo que sale de la boca, que son obras del diablo?

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