una. ¿Cuál de los dos hizo la voluntad de su padre? Le dijeron: El primero.

La distinción moral hecha aquí por Cristo fue admitida por los mismos fariseos, y por lo tanto la verdad debe haber sido más amarga para ellos. Ambos hijos fueron abordados de la misma manera, con las mismas palabras. El uno dice piadosamente que irá a trabajar, pero, a pesar de su aparente afán y cortesía, deja de lado tanto la autoridad paterna como la obediencia filial. El otro es grosero y descortés al ser abordado, aparentemente lleno de malhumorada desobediencia y, sin embargo, pensándolo bien, va y trabaja para el padre. La respuesta de los escribas, por lo tanto, no podría haber sido diferente. Jesús les dice: De cierto os digo, que los publicanos y las rameras van delante de vosotros al reino de Dios.

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