Génesis 11:1-32

1 Toda la tierra tenía un solo idioma y las mismas palabras.

2 Pero aconteció que al emigrar del oriente, encontraron una llanura en la tierra de Sinar y se establecieron allí.

3 Entonces se dijeron unos a otros: “Vengan, hagamos adobes y quemémoslos con fuego”. Así empezaron a usar ladrillo en lugar de piedra, y brea en lugar de mortero.

4 Y dijeron: “Vengan, edifiquémonos una ciudad y una torre cuya cúspide llegue al cielo. Hagámonos un nombre, no sea que nos dispersemos sobre la faz de toda la tierra”.

5 El SEÑOR descendió para ver la ciudad y la torre que edificaban los hombres.

6 Entonces dijo el SEÑOR: “He aquí que este pueblo está unido, y todos hablan el mismo idioma. Esto es lo que han comenzado a hacer, y ahora nada les impedirá hacer lo que se proponen.

7 Vamos, pues, descendamos y confundamos allí su lenguaje, para que nadie entienda lo que dice su compañero”.

8 Así los dispersó el SEÑOR de allí sobre la faz de toda la tierra, y dejaron de edificar la ciudad.

9 Por tanto, el nombre de dicha ciudad fue Babel, porque el SEÑOR confundió allí el lenguaje de toda la tierra, y desde allí los dispersó sobre la faz de toda la tierra.

10 Estos son los descendientes de Sem: Cuando Sem tenía cien años, engendró a Arfaxad, dos años después del diluvio.

11 Sem vivió después que engendró a Arfaxad quinientos años, y engendró hijos e hijas.

12 Cuando Arfaxad tenía treinta y cinco años, engendró a Sélaj.

13 Arfaxad vivió después que engendró a Sélaj cuatrocientos tres años, y engendró hijos e hijas.

14 Cuando Sélaj tenía treinta años, engendró a Heber.

15 Sélaj vivió después que engendró a Heber cuatrocientos tres años, y engendró hijos e hijas.

16 Cuando Heber tenía treinta y cuatro años, engendró a Peleg.

17 Heber vivió después que engendró a Peleg cuatrocientos treinta años, y engendró hijos e hijas.

18 Cuando Peleg tenía treinta años, engendró a Reu.

19 Peleg vivió después que engendró a Reu doscientos nueve años, y engendró hijos e hijas.

20 Cuando Reu tenía treinta y dos años, engendró a Serug.

21 Reu vivió después que engendró a Serug doscientos siete años, y engendró hijos e hijas.

22 Cuando Serug tenía treinta años, engendró a Nacor.

23 Serug vivió después que engendró a Nacor doscientos años, y engendró hijos e hijas.

24 Cuando Nacor tenía veintinueve años, engendró a Taré.

25 Nacor vivió después que engendró a Taré ciento diecinueve años, y engendró hijos e hijas.

26 Cuando Taré tenía setenta años, engendró a Abram, a Nacor y a Harán.

27 Estos son los descendientes de Taré: Taré engendró a Abram, a Nacor y a Harán; y Harán engendró a Lot.

28 Harán murió antes que su padre Taré, en el lugar donde había nacido, en Ur de los caldeos.

29 Abram y Nacor tomaron mujeres para sí. El nombre de la mujer de Abram fue Sarai; y el nombre de la mujer de Nacor fue Milca, hija de Harán, padre de Milca y de Isca.

30 Y Sarai era estéril y no tenía hijos.

31 Taré tomó a su hijo Abram, a su nieto Lot hijo de Harán, a Sarai su nuera, mujer de su hijo Abram, y salió con ellos de Ur de los caldeos para ir a la tierra de Canaán. Y fueron hasta Harán y se establecieron allí.

32 Taré vivió doscientos cinco años, y murió Taré en Harán.

LA CONFUSION DE LENGUAS.

1. Era entonces toda la tierra de una lengua—Los descendientes de Noé, unidos por el fuerte vínculo de un idioma común, no se habían separado, y a pesar del mandato divino de “henchir la tierra”, estaban mal dispuestos a separarse. Los más píos y bien dispuestos, naturalmente, obedecerían la voluntad divina; pero el cuerpo numeroso, aparentemente la horda agresiva mencionada (cap. 10:10), resolvieron agradarse a sí mismos ocupando la región más hermosa a que habían llegado.

2. Tierra de Shinar—el valle fértil, regado por los ríos Eufrates y Tigris, fué elegido como el centro de su unión y sede de su poder.

3. ladrillo—como no hay piedra en esa región, el ladrillo era y es el único material usado para edificar, como se ve en el montón de ruinas en Birs Nimroud, que puede haber sido la misma ciudad fundada por aquellos antiguos rebeldes. Algunos de los ladrillos fueron secados al sol, otros quemados en hornos y son de diferentes colores. betún—mineral natural abundante en Mesopotamia, que endurecido forma un cemento fuerte, comúnmente usado en Asiria hoy día, y forma la mezcla hallada en los ladrillos quemados antiguamente.

4. una torre, cuya cúspide llegue al cielo—expresión figurativa común de grande altura (Deuteronomio 1:28; Deuteronomio 9:1). por si fuéremos esparcidos—edificar una ciudad y una torre no era un crimen; pero hacerlo para frustrar los consejos de Dios para impedir la emigración, era insensato, malvado y justamente ofensivo a Dios.

6. nada les retraerá—declaración aparente de que el propósito era practicable, y se habría llevado a cabo, si no hubiera sido por la interposición divina.

7. confundamos allí sus lenguas—literalmente, “su labio”; era un defecto en la pronunciación, dando origen a una diferencia en dialecto, que era inteligible sólo a los de la misma tribu. Tan fácilmente así fué frustrado su propósito por Dios, y fueron obligados a la dispersión que ellos mismos se habían confabulado para prevenir. Es solamente por las Escrituras como aprendemos el verdadero origen de las diferentes naciones e idiomas en el mundo. Por el milagro de las lenguas los hombres fueron esparcidos, y gradualmente se apartaron de la verdadera religión. Por otro milagro las barreras nacionales fueron echadas abajo, para que todos los hombres pudiesen ser traídos de nuevo a Dios.

28. Ur (ahora Orfa)—o sea, luz, fuego. Su nombre tal vez se derivó del hecho de ser dedicada a los ritos del culto al fuego. Tare y su familia estaban igualmente contagiados por aquella idolatría como los demás habitantes, (Josué 24:15).

31. Sarai su nuera—la misma que Isca, nieta de Tare, probablemente de una segunda esposa, y según costumbres primitivas considerada casadera con su tío Abraham. vinieron hasta Harán—viaje de dos días de Ur (Orfa) en dirección sudsudoeste, camino derecho al vado del río Eufrates en Rakka, ruta más cercana y conveniente a Palestina.

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