Números 23:1-30

1 Entonces Balaam dijo a Balac: — Edifícame aquí siete altares, y prepárame siete toros y siete carneros.

2 Balac hizo como le dijo Balaam, y ofrecieron Balac y Balaam un toro y un carnero en cada altar.

3 Luego dijo Balaam a Balac: — Quédate de pie junto a tu holocausto, y yo me iré; quizás suceda que el SEÑOR me venga al encuentro. Cualquier cosa que me muestre, te la avisaré. Y él se fue a un cerro.

4 Luego Dios vino al encuentro de Balaam, y este le dijo: — Siete altares he preparado, y en cada altar he ofrecido un toro y un carnero como holocausto.

5 Entonces el SEÑOR puso palabra en la boca de Balaam y le dijo: — Vuelve a donde está Balac, y háblale así…

6 Después volvió a Balac. Y he aquí que este estaba de pie junto a su holocausto, él y todos los principales de Moab.

7 Entonces Balaam pronunció su profecía y dijo: “Desde Siria me trajo Balac, rey de Moab, desde las montañas del oriente. ‘Ven’, dijo; ‘maldíceme a Jacob. Ven; condena a Israel’.

8 “¿Cómo he de maldecir a quien Dios no maldice? ¿Y cómo he de condenar al que el SEÑOR no condena?

9 Porque desde la cumbre de las peñas lo veo; desde las colinas lo diviso. He aquí un pueblo que ha de habitar solitario y que no ha de ser contado entre las naciones.

10 ¿Quién contará el polvo de Jacob? ¿Quién calculará la polvareda de Israel? ¡Muera yo la muerte de los justos y sea mi final como el suyo!”.

11 Entonces Balac dijo a Balaam: — ¿Qué me has hecho? ¡Te he tomado para que maldigas a mis enemigos, y he aquí tú los has colmado de bendiciones!

12 Él respondió diciendo: — ¿Acaso no he de tener cuidado de hablar lo que el SEÑOR ponga en mi boca?

13 Entonces Balac le dijo: — Por favor, ven conmigo a otro lugar desde el cual lo puedas ver. Solo verás un extremo de él; no lo verás todo. Maldícemelo desde allí.

14 Entonces lo llevó al campo de Zofim, en la cumbre del Pisga, y allí edificó siete altares y ofreció en holocausto un toro y un carnero en cada altar.

15 Y Balaam dijo a Balac: — Ponte aquí junto a tu holocausto, y yo iré a encontrarme con él allá.

16 Entonces el SEÑOR vino al encuentro de Balaam y puso palabra en su boca, diciéndole: — Vuelve a donde está Balac, y háblale así…

17 Después volvió a Balac, y he aquí que este estaba de pie junto a su holocausto, y con él los principales de Moab. Y Balac le preguntó: — ¿Qué ha dicho el SEÑOR?

18 Entonces él pronunció su profecía y dijo: “Balac, levántate y escucha; préstame atención, oh hijo de Zipor.

19 Dios no es hombre para que mienta, ni hijo de hombre para que se arrepienta. Él dijo, ¿y no lo hará? Habló, ¿y no lo cumplirá?

20 He aquí, yo he recibido la orden de bendecir. Él ha bendecido, y no lo puedo revocar.

21 “Él no ha notado iniquidad en Jacob, ni ha visto maldad en Israel. El SEÑOR su Dios está con él; en medio de él hay júbilo de rey.

22 Dios, que lo ha sacado de Egipto, es para él como los cuernos de un toro salvaje.

23 No hay encantamiento contra Jacob ni adivinación contra Israel. Ahora se dirá de Jacob y de Israel: ‘¡Lo que Dios ha hecho!’.

24 ¡He aquí un pueblo que se levanta como leona, que se yergue como león! No se echará hasta que coma la presa y beba la sangre de los que ha matado”.

25 Entonces Balac dijo a Balaam: — Ya que no lo maldices, ¡por lo menos no lo bendigas!

26 Luego Balaam respondió y dijo a Balac: — ¿No te he dicho que todo lo que el SEÑOR diga, eso he de hacer?

27 Y Balac dijo a Balaam: — Por favor, ven; te llevaré a otro lugar. Quizás parezca bien a Dios que me los maldigas desde allí.

28 Balac llevó a Balaam a la cumbre de Peor que mira hacia Jesimón.

29 Entonces Balaam dijo a Balac: — Edifícame aquí siete altares, y prepárame aquí siete toros y siete carneros.

30 Balac hizo como le dijo Balaam, y ofreció un toro y un carnero en cada altar.

LOS SACRIFICIOS DE BALAC.

1. Balaam dijo a Balac: Edifícame aquisiete altares—Como Balac era pagano, él naturalmente supondria que estos altares serían erigidos en honor de Baal, la deidad protectora de su país. Pero es evidente por el v. 4, que fueron preparados para el culto al Dios verdadero, aunque se habían elegido los altos de Baal como su sitio, y construído varios altars (2 Reyes 18:22; Isaías 17:8; Jeremias 11:13; Oseas 8:11; Oseas 10:1), en vez de uno solo, como Dios había mandado, él mezcló sus propias supersticiones con el culto divino. Los paganos, tanto en los tiempos antiguos como en los modernos, atribuían virtud misteriosa al número siete; y ordenando la preparación de tantos altares, Balaam se propuso confundir y, engañar al rey.

3. Ponte junto a tu holocausto—como uno, en espera de un favor importante. Quizá Jehová me vendrá al encuentro, y cualquiera cosa que me mostrare—i. e., me hace saber a mí por palabra o señal. Y así se fué solo—aparte, solo, donde podía practicar ritos y ceremonias, con miras de recibir una respuesta del oráculo.

4-6. vino Dios al encuentro de Balaam—no en asentimiento a su arte mágica, sino para frustrar sus designios malvados, y obligarle, contrariamente a sus deseos e intereses, a pronunciar la bendición siguiente.

7. él tomó su parábola—i. e., habló bajo la influencia de la inspiración, y en el estilo altamente poético, figurado y magistral de un profeta. De Aram me trajo Balac—Esta palabra, unida con “los montes del oriente”, significa la parte superior de Mesopotamia, al este de Moab. El Este tenía una notoriedad, infamante por sus magos y adivinos. (Isaías 2:6).

8. ¿Por qué maldeciré yo al que Dios no maldijo?—Se había pronunciado una bendición divina sobre la posteridad de Jacob; y por lo tanto, cualesquiera prodigios que pudieran lograrse por encantos, artes mágicas, y todo el poder humano, serían del todo impotentes para contrarrestar el decreto de Dios.

9. de la cumbre—literalmente, “lugar descubierto, desnudo” sobre las rocas, a donde Balac los había llevado, porque se creía necesario ver al pueblo que había de ser dedicado a la destrucción. Pero aquella perspectiva dominante no podía contribuir en nada a la consumación del propósito del rey, porque el destino de Israel era el de ser pueblo distinto, peculiar, separado de las demás naciones en su gobierno, religión costumbres y la protección divina. (Deuteronomio 33:28). De modo que, aunque yo podría satisfacer vuestros deseos contra otro pueblo, nada puedo hacer contra éste (Éxodo 19:5; Levítico 20:24).

10. ¿Quién contará el polvo de Jacob?—Una hipérbole oriental indicando una nación muy populosa, como se prometió que sería la posteridad de Jacob. (Génesis 13:16; Génesis 28:14). el número de la cuarta parte de Israel?—i. e., el campamento consistía en cuatro divisions; cada una de estas partes era formidable en números. Muera mi persona la muerte de los rectos—Hebreo, “de Jeshurun”, o, los israelitas. El sentido es que ellos son un pueblo feliz, sobre todos los demás, no sólo en la vida, sino en la muerte, debido a su conocimiento del verdadero Dios, y su esperanza por la gracia de él. Balaam es representante de una gran clase de personas en el mundo, quienes expresan un deseo de la bienaventuranza que Cristo ha prometido a su pueblo, pero son adversas a imitar el sentido que hubo en él.

13-15. Ruégote que vengas conmigo a otro lugar desde el cual lo veas—Sorprendido y frustrado por esta alabanza inesperada de Israel, Balac esperaba que, si era visto el pueblo de un punto de observación deferente, el profeta daría expresión a sentimientos distintos; y así, habiendo hecho los mismos preparativos solemnes, Balaam se retiró, como antes, para aguardar la divina inspiración.

14. llevólo al campo de Sophim, a la cumbre de Pisga—una superficie plana en la cumbre de la cadena de montañas, la cual era cultivada. Otros lo traducen, “campo de los centinelas”, una elevación donde la guarda de Balac estaba asentada para dar señales (Calmet).

18. Levántate—como Balac estaba ya en pie (v. 17), esta expresión equivale a: “ahora escúchame”. Los consejos y las promesas de Dios respecto a Israel son incambiables; y ninguna tentativa de persuadirle a que los cambie, tendrá éxito, como pueden hacerlo con los hombres.

21. No ha notado iniquidad en Jacob—Muchos pecados habían sido vistos y castigados en este pueblo. Pero hasta ahora no había aparecido una apostasía tan general y desesperada que indujera a Dios a abandonarlos y destruirlos.

21. Jehová su Dios es con él; tiene favor para ellos. Júbilo de rey en él;—Aclamación tan gozosa como de un pueblo que se regocija en la presencia de un príncipe victorioso.

22. tiene fuerzas como de unicornio—i. e., Israel no es como eran en el Exodo, una horda de gente débil, sin espíritu, sino poderoso e invencible como un reem—i. e., un rinoceronte.(Job 39:9; Salmo 22:21; Salmo 92:10).

23. en Jacob no hay agüero—Ningún arte puede prevalecer contra un pueblo que está bajo el escudo de la Omnipotencia, y para quien se han hecho y todavía se harán milagros, que serán causa de admiración en las edades venideras.

26. todo lo que Jehová me dijere, aquello tengo de hacer—Una confesión notable de que él estaba obligado a expresar profecías diferentes de lo que era su propósito o inclinación hacer.

28. Balac llevó a Balaam a la cumbre de Peor—o, Bethpeor (Deuteronomio 3:29), la eminencia sobre la cual estaba el templo de Baal. que miraba hacia Jesimón—el terreno desierto en el sur de Palestina, a ambos lados del Mar Muerto.

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