Salmo 130:1-8

1 Canto de ascenso gradual. De lo profundo de mi ser clamo a ti, oh SEÑOR.

2 Señor, escucha mi voz; estén atentos tus oídos a la voz de mi súplica.

3 Oh SEÑOR, si tienes presente los pecados, ¿quién podrá, oh Señor, mantenerse en pie?

4 Pero en ti hay perdón para que seas reverenciado.

5 Yo espero en el SEÑOR; mi alma espera. En su palabra he puesto mi esperanza.

6 Mi alma espera al SEÑOR más que los centinelas a la mañana; sí, más que los centinelas a la mañana.

7 Oh Israel, pon tu esperanza en el SEÑOR, porque en el SEÑOR hay misericordia y en él hay abundante redención.

8 Él redimirá a Israel de todos sus pecados.

Salmo 130

La esperanza del pecador penitente está sólo en la misericordia de Dios.

1, 2. los profundos—por grande aflicción (40:2; 69:3).

3. si mirares—si tomares en estricta cuenta (Job 10:14; Job 14:16), lo que significa el reconocimiento de la existencia del pecado. ¿quién podrá mantenerse?—o estar de pie (cf. el Salmo 1:6), en contraste con el abatimiento culpable en el temor y remordimiento (Malaquías 3:2; Apocalipsis 6:15). La interrogación presupone una respuesta negativa, la que se asevera en esta forma tanto más fuerte.

4. El perdón produce el temor y amor filial. El juicio sin la esperanza del perdón crea el miedo y el desagrado. El sentido del perdón, lejos de producir el libertinaje, promueve la santidad (Jeremias 33:9; Ezequiel 16:62; 1 Pedro 2:16). “Hay perdón contigo, no para que se presuma de ti, sino que se tema.”

5, 6. Esperé yo a Jehová—en expectativa (1 Pedro 27:14). Centinela … vigilantes—expresan la sinceridad y el anhelo.

7, 8. Espere Israel, etc.—se invita a todos a buscar y a participar del perdón divino. de todos sus pecados—O bien, de los castigos de ellos (1 Pedro 40:12).

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