Se entregaron a sí mismos. Es decir, se resignaron ellos mismos y sus familias al cuidado de la Providencia para las necesidades de la vida, rogando que el apóstol recibiera sus limosnas, que excedían incluso sus medios. (Calmet) --- Y por la voluntad de Dios también ellos se dieron a nosotros para que los dispusiéramos de ellos y de todo lo que les pertenecía, como juzgásemos conveniente. (Biblia de Vence)

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