Antiguos. En ciudades considerables había un tribunal de tres y otro de 23 jueces. El primero tomó conocimiento de la primera acusación y condenó a la flagelación del niño obstinado; pero el segundo lo condenó a la lapidación en caso de recaída, siempre que ambos padres estuvieran de acuerdo en perseguir a su hijo, ya que ambos seguramente no se dejarían guiar por pasión. (Teodoreto, q. 20.) Los Rabinos, según su costumbre, modifican esta ley y eximen a las niñas, los huérfanos y los niños menores de 13 años.

(Selden, Syned.) --- Josefo ([¿Antigüedades?] Xvi. 17,) dice que los padres pusieron sus manos sobre la cabeza del deshonesto, y luego todo el pueblo lo apedreó. Moisés no ha especificado el castigo de los parricidios, (Calmet) ya que lo consideró casi imposible. (Haydock) --- Pero, por lo tanto, podemos juzgar cómo habría castigado un crimen tan atroz. Los romanos antiguamente cosían a esos miserables en un saco de cuero (Cic.

[Cicerón ,?] Inventar. ii.) pero luego encerraron con ellos un perro, un gallo, una víbora y un mono; y habiéndolos azotado primero para sacar sangre, colocándolos en un carro tirado por bueyes negros y arrojándolos al mar oa algún río. (Justiniano) --- Salomón sentencia a los que desprecian a sus padres por ser comida de cuervos y águilas, Proverbios xxx. 17. Los antiguos griegos no impusieron restricciones a la autoridad de un padre, ya que era considerado el juez más equitativo. (Sopater, ap. Grotius) (Calmet)

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