Banquete. A los judíos todavía no se les podía exigir con decoro que se elevaran a placeres puramente espirituales, cap. xii. 7. Estrabón (x.) Observa que los griegos y los bárbaros acompañaban sus sacrificios con banquetes y música, lo que les sirvió para despejar sus pensamientos de las preocupaciones mundanas y les dio una especie de anticipo de la divinidad. (Calmet)

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