Si el árbol se cae, etc. El estado del alma es inmutable, una vez que llega al cielo o al infierno: y el alma que sale de esta vida en estado de gracia, nunca caerá de la gracia; como en el otro lado, un alma que muere fuera del estado de gracia, nunca vendrá a él. Pero esto no excluye un lugar de castigo temporal para las almas que mueren en estado de gracia: pero no para ser completamente puras; y por tanto serán salvos, ciertamente, pero como por fuego, 1 Corintios iii.

13, 14, 15. (Challoner) --- Después de la muerte, nadie puede merecerlo. (Worthington) --- "El que no haya cultivado su campo, (el alma) experimentará después de esta vida el fuego de la purgación o el castigo eterno". (San Agustín, de Gen. contra Man. Iii. 20.) (Haydock) --- Las almas en el purgatorio tienen sus nombres inscritos en el cielo, como los santos antiguos, que fueron detenidos en el seno de Abraham.

(Calmet) --- Caen, por tanto, hacia el sur. Que la gente dé sus limosnas a todos, como llueven las nubes sobre los justos e injustos, (Haydock) sobre la tierra cultivada y estéril, y que lo hagan antes de la muerte. No saben cuán pronto los hundirá. (Calmet) --- Mirando las ramas de un árbol, podemos concluir en qué dirección caerá; para que podamos formarnos un juicio de nuestro estado futuro, reflexionando sobre nuestras disposiciones presentes.

"Nuestras ramas son nuestros deseos, por los cuales nos estiramos hacia el sur, si son espirituales", etc. (San Bernardo, ser. Xlix.) A los liberales no les preocupa dónde otorgan caridad. La gente recogerá el fruto tanto en el norte como en el sur, y los que hayan dado limosna los encontrarán (Abenezra; Mercer.) Depositados en los tabernáculos celestiales. (Haydock) --- Esto concuerda con la secuela. (Calmet)

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad