Una mesa: sobre la que se colocarían los doce panes de proposición; o, como se les llama en hebreo, la cara pan; porque debían estar siempre ante el rostro del Señor en su templo: como figura del sacrificio y sacramento eucarístico, en la iglesia de Cristo; (Challoner) que muestra que Cristo debe estar presente en la eucaristía. (Worthington) --- Por este pan, renovado a expensas del público cada día de reposo, los israelitas hicieron profesión de que estaban en deuda por su comida con la providencia de Dios; y en agradecimiento, le ofreció este sacrificio, con incienso y vino, ver. 29. Solo los sacerdotes debían comer estos panes (1 Reyes xxi.) Al final de la semana. (Tirino)

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