Mató a un hombre, a saber, Siquem, hijo de Hemor, con todo su pueblo, cap. xxxiv. Mística y proféticamente alude a Cristo; a quienes su posteridad, es decir, los sacerdotes y los escribas, dieron muerte. (Challoner) --- Un muro, Sichem, que destruyeron: o, según la Septuaginta, "ensartaron" un toro, como significa la misma palabra hebrea; ambos que pueden referirse al príncipe de la ciudad, oa José, (Calmet) en cuya persecución estos dos estaban principalmente preocupados. Jacob declara que no participó en su ataque contra el pueblo de Siquem: su alma, o su gloria, no se vio afectada por su mala conducta. (Haydock)

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