Séptimo día. Los judíos dicen que era sábado; pero de esto no hay prueba. Por lo tanto, Marción aprovechó la ocasión para acusar a Dios de inconsistencia, ya que prohibió todo trabajo y, sin embargo, ordenó a la gente que diera la vuelta a Jericó en un día de reposo. Pero Tertuliano (iv. 12) responde muy bien, que el trabajo servil está prohibido, y no las obras de Dios o de la religión, y Dios puede cambiar la ley ceremonial como crea conveniente. (Calmet) --- Sabbato opera humana prohibentur non divina. (Du Hamel)

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