Y sucedió que al séptimo día se levantaron temprano al amanecer, cuando las primeras indicaciones del nuevo día eran visibles en el oriente, y rodearon la ciudad de la misma manera siete veces; sólo ese día rodearon la ciudad siete veces, la mayor parte del día, probablemente hasta cerca de la puesta del sol, estando ocupados con esta marcha.

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