CAPITULO VII.

Achor. Es decir, problemas; (Challoner) en alusión al nombre de Achar, como se le llama invariablemente en la Septuaginta, y en el hebreo y la Vulgata en el Libro de las Crónicas. (Haydock) --- Este montón de piedras fue arrojado sobre las cenizas del difunto, o quizás sobre su persona, mientras se quemaba en la hoguera, como es costumbre todavía entre los turcos. (Roger. Ii. 7.) El rey de Hai fue tratado de esta manera, cap.

viii. 29. Ver 2 Reyes xviii. 17. El valle de Acor estaba en el camino entre Jerusalén y Jericó, donde se construyó un pequeño castillo, en Adommim, para proteger a los viajeros de los insultos de los ladrones, que infestaban esa parte, Lucas x. 30. y cap. xv. 7.

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