Muerte. Hebreo, "y lo presionó tanto, que su alma fue estrechada hasta la muerte". Sería bueno que los cristianos siempre opusieran una resistencia tan firme contra las tentaciones manifiestas de pecar, como hizo Sansón en esta ocasión, cuando podría considerar la revelación de la verdad más como una indiscreción que como un crimen. Es difícil determinar en qué consistió precisamente la falta, que fue seguida de un castigo tan severo.

Quizás haya sido colocado como modelo de paciencia, como el santo Job, sin incurrir en el desagrado divino. Sin embargo, la mayoría de la gente supone que se enamoró de las mujeres y al revelar el secreto de su fuerza. Pero, ¿dónde leemos que había recibido un precepto de dios, sin mencionarlo incluso a su esposa? Porque en esta luz Sts. Efrén y Crisóstomo, Sulp Severo, Pererius y otros, representan a Dalila, lo que elimina la mayor objeción a su carácter.

Hemos visto (ver. 1) que la ramera de Gaza podría ser solo un posadero; y el primer objeto de su amor le fue propuesto por el espíritu santo, cap. xiv. 4. Pero aun admitiendo que Dalila era una ramera, aunque las Escrituras no lo afirman, ¿qué daño hubo en el esfuerzo de Sansón por reclamarla y convertirla en su esposa, como se le ordenó hacer a Oseas (i. 2)? Sólo se dice (ver. 4) que amaba a una mujer; y su conducta posterior con ella, podría ser nada más que lo que es lícito entre amantes, o incluso loable entre personas casadas.

El juego de Isaac con Rebeca, su esposa, (Génesis xxvi. 8.) fue una prueba de su amor conyugal por ella, como observa San Francisco de Sales. Las almas generosas con frecuencia son propensas al amor y se deleitan en relajar sus mentes en compañía del bello sexo, con quien no pueden temer rivalidad alguna en fuerza. Sansón, en particular, parecía incapaz de negar sus importunas peticiones. Finalmente cedió para explicar su acertijo a su primera esposa, y aunque estaba justamente ofendido por su infidelidad, aprovechó la ocasión para comenzar la obra para la cual fue enviado por Dios, la destrucción del enemigo.

Tal vez pensó que su conformidad con las repetidas solicitudes de Dalila tendría el mismo efecto, como en realidad fue, y destruyó más en la muerte que durante todo el curso de su vida. Sin las pruebas más sólidas, parece injusto dictar sentencia de condenación sobre un gran personaje, ya que el número de los perfectos ya es demasiado pequeño. Nuestro Salvador, cargado con los pecados de la humanidad, como con la traidora Dalila, exclamó: Mi alma está afligida hasta la muerte, Mateo xxvi.

38. Sin embargo (Haydock) la debilidad del corazón de Sansón a lo largo de esta historia, es aún más sorprendente que la fuerza de su cuerpo. (Calmet) --- Tirinus afirma que Dios le había otorgado tal fuerza, con la orden de no revelar el secreto, que estaba unida a no cortarse el cabello voluntariamente.

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