Terror. Las más espantosas tormentas de truenos, relámpagos, etc., (capítulo v.20) desconcertaron al enemigo, mientras que la espada de Barac (Calmet) causó la muerte, de modo que Sisara y todo su ejército le dieron la espalda (Haydock ) y el mismo general, presa del pánico, saltó de su carro, como si pensara que sus caballos no corrían lo suficientemente rápido. Así, Homero representa a dos troyanos que abandonan sus carros para escapar de la furia de Diomed y de Aquiles. (Ilíada v. Y xx.)

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