Un sueño. La observación de los sueños suele ser supersticiosa y, como tal, la palabra de Dios la condena; pero en algunos casos extraordinarios, como vemos aquí, a Dios le agrada con los sueños predecir lo que está a punto de hacer. (Challoner) --- Ver Génesis xl., Leviticus xix. 26. y Deuteronomio xviii. 10. (Worthington) --- La pequeña compañía de Gedeon necesitaba todo tipo de estímulo. (Haydock)

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