Suelta, tanto para el beneficio del leproso, como para que otros se cuiden de él. (Menochius) --- Desnudo, dejando crecer el cabello, (cap. Xxi. 5, 10,) en testimonio de duelo. El leproso se comportó como de luto, rasgando sus vestidos, descuidando su cabello y barba, o cortándolos, y, por vergüenza, cubriéndose el rostro, Ezequiel xxiv. 22. Los persas no permitían que ningún leproso entrara en sus ciudades. (Herodes, ii. 138.) (Calmet)

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