Consagrado. En hebreo, "pasar por el fuego a Moloch". Septuaginta, "para servir al gobernante". Siríaco, "casarse con mujeres extrañas"; como también el cap. xx. 2. Uno de los hijos de Acaz fue ofrecido a este ídolo de los amonitas; y sin embargo, quizás, sucedió a su padre; (4 Reyes xvi. 3; xviii. 1,) que muestra que los niños no siempre fueron quemados hasta la muerte, sino que sólo se les ilustró o se les hizo pasar por encima o entre dos fuegos.

Sin embargo, muchos afirman que los niños fueron consumidos con frecuencia en las llamas, y Dios condena a los padres crueles a ser castigados con la muerte, cap. xx. 2. El ídolo de bronce fue calentado al rojo vivo, y la víctima infeliz fue colocada en sus brazos, o los sacerdotes arrastraron al niño sobre o entre los fuegos. Las naciones vecinas se deleitaron con las víctimas humanas. Los cartagineses los ofrecieron hasta la época de Ifícrates.

Adrian abolió varias costumbres tan crueles entre los griegos. Véase Porfirio, de Abst. ii. Jerem. vii. 31. --- Dios; haciendo que cualquiera suponga que es cruel, como los ídolos. Debemos mencionar su nombre con el mayor respeto. "La boca que pronuncia el sagrado nombre de Dios, nunca debe pronunciar una palabra vergonzosa". (Filón de 10. præc.) Algunos piensan que los idólatras honraron a su dios cometiendo una acción abominable en su presencia.

Ver Malvenda. Pero la mayoría de la gente comprende que aquí están prohibidos los sacrificios humanos. (Calmet) --- Las naciones de Carolina observaron muy recientemente la misma costumbre que los antiguos idólatras, al sacrificar a sus hijos al diablo, enterrándolos hasta la muerte en una estatua de bronce. (Vives in Civ. Dic. Vii. 19.) Moloch fue representado como un rey, en todos sus ornamentos, con la cabeza de un becerro. Fue, quizás, el ídolo adorado por otras naciones, bajo el nombre de Saturno, que devoró a sus propios hijos. (Bonfrere) (Tirinus)

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