Como consecuencia de la fe de este gentil, Jesucristo aprovecha la ocasión para declarar que muchos gentiles serían llamados a sentarse a la mesa con Abraham, Isaac y Jacob, en el reino de los cielos, que frecuentemente se representa bajo la figura de una fiesta. Ver el cap. xxii. 2; Lucas xii. 29. y xvi. dieciséis; Apocalipsis xix. 9. En la antigüedad, los invitados se reclinaban en camas cuando tomaban sus medios. (Biblia de Vence)

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