Y lo son. Hebreo: "Esto será tuyo, de las cosas más santas, del fuego". Algunas partes de las víctimas del pecado y de las libaciones debían consumirse, mientras que el resto se entregaba a los sacerdotes. Estas libaciones no estaban apropiadamente calificadas de santo de los santos, (las cuales debían ser consumidas solo en el lugar santo, por aquellos que estaban en servicio real) como tampoco lo eran las ofrendas de paz, de las cuales incluso las mujeres podían participar, ver. 11, 12. y Levítico x. 14.

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