Esto será tuyo de las cosas más santas, reservado del fuego: toda ofrenda de ellos, toda ofrenda de ellos, y toda ofrenda por el pecado de ellos, y toda ofrenda por la culpa de ellos que me ofrezcan, será santísimo para ti y para tus hijos. Al caer en suerte a los sacerdotes del fuego del sacrificio, debían considerarse estrictamente apartados del uso profano y común.

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