Roca. Sus frecuentes murmullos detendrán el curso de la generosidad de Dios. Si Dios no hubiera condenado la conducta de sus ministros en esta ocasión, difícilmente podríamos encontrar motivo para culparlos. Pero los Padres observan que traicionaron una falta de resolución y pretendieron echar la culpa a la incredulidad de la gente, en caso de que fracasaran en el éxito. Porque exasperaron su espíritu, y él distinguió con sus labios, Salmo cv.

33. Ver San Crisóstomo y San Agustín en este salmo. No se les ordenó en absoluto que golpearan la roca; y cuando el agua no salió al principio, atacaron de nuevo, (Calmet) temiendo que ahora fueran tomados por impostores. (Haydock) --- Hablan como si el trabajo fuera suyo. --- ¿Podemos, etc. Exasperan a la gente, en lugar de promover su conversión. En una palabra, no glorificaron a Dios, (Calmet) representándolo como la santidad y la misericordia soberanas; y el Dios de poder ilimitado. (Haydock)

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